Las redes comunitarias conectan a la gente y la ayudan a cerrar la brecha digital de comunidad en comunidad. En Internet Society, creemos firmemente en esta idea y nos pusimos objetivos ambiciosos en 2020.
Nos pusimos a ayudar a nuevas redes, dimos a la gente la formación necesaria para ponerlas en marcha y administrarlas, organizamos reuniones para crear una comunidad más sólida y creamos y fomentamos políticas que apoyan a las redes comunitarias (CN, por sus siglas en inglés), lo que permitió a más personas poner en marcha o mejorar las redes existentes.
La pandemia de la COVID-19 le imprimió urgencia a este trabajo. Prácticamente de la noche a la mañana, Internet se había convertido en un salvavidas para muchas personas, ayudándolas a seguir en contacto con amigos y familiares, a trabajar y a estudiar desde casa y a tener acceso a información y servicios públicos indispensables.
A medida que el mundo se iba dando cuenta de la brecha digital de una forma más clara que nunca, la pandemia dificultó enormemente el trabajo con las comunidades. Tuvimos que adaptarnos, cambiar los planes y buscar soluciones creativas para ayudar a la gente a acceder a las oportunidades que ofrece Internet. Este ha sido uno de los años más desafiantes en la historia reciente, pero gracias a las alianzas antiguas y nuevas fuimos capaces de alcanzar nuestros objetivos. ¡Gracias a todos los socios que lo hicieron posible!
Juntos, capacitamos a más de 300 personas con las competencias para crear, operar y administrar redes comunitarias. Ahora estos aprendices pueden ampliar el acceso en sus pueblos y aldeas. También ayudamos directamente a más de 17 CN nuevas y antiguas con comunidades y socios de todo el mundo, desde Latanya en Uganda hasta Baltimore en Estados Unidos.
Con los nuevos desafíos de conectividad, también tuvimos la oportunidad de discutir las posibilidades de las redes comunitarias con personas de todas las regiones. Nos hicimos eco de sus desafíos y trabajamos juntos para ayudarlos a fomentar políticas que apuntalen el desarrollo de sus propias redes.
¡Mira lo que hicimos por todo el mundo y después obtén más información sobre las redes comunitarias y cómo puedes ayudar a que se conecte todo el mundo!
Asia-Pacífico
Estábamos esperando este emocionante comienzo de año, con planes para poner en marcha nuestra primera red comunitaria en colaboración con el gobierno de Papúa Nueva Guinea, así como una red en la ladera del Monte Everest en Nepal. La pandemia de la COVID-19 nos obligó a cambiar nuestros planes y a repensar otras actividades en la región.
Invitamos a nuestra comunidad a compartir sus desafíos y roles durante la COVID-19 para demostrar la importancia de conectar a los desconectados. En la segunda mitad del año, planificamos e iniciamos la puesta en marcha de redes comunitarias en la India y Pakistán, y en diciembre pudimos reiniciar la puesta en marcha planificada en Papúa Nueva Guinea. En los próximos meses esperamos ver los resultados de esta alianza con el gobierno.
Acabamos el año organizando nuestra cumbre insignia de Intercambio de Redes Comunitarias de Asia-Pacífico (CNXAPAC, por sus siglas en inglés) de forma virtual con nuestro socio de CN más antiguo, la Fundación para el Empoderamiento Digital (DEF, por sus siglas en inglés). La cumbre CNXAPAC tuvo 10 sesiones temáticas durante cinco días que fueron diseñadas para abordar el tema de las CN. El evento, en el que participaron más de 2.000 personas, concluyó el sexto día con una mesa redonda de expertos de alto nivel.
Nuestros socios lo hicieron posible. Queremos dar las gracias a todas las personas que han trabajado con nosotros, en especial a la Alianza para un Internet Asequible (A4AI, por sus siglas en inglés), a la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC, por sus siglas en inglés), a la Fundación para el Empoderamiento Digital (DEF, por sus siglas en inglés) y al gobierno de Papúa Nueva Guinea.
África
Los operadores de CN llevan desde 2016 reuniéndose todos los años para compartir experiencias y aprender los unos de los otros en la Cumbre sobre Redes Comunitarias de África. En 2020, la cumbre se celebró telemáticamente. Durante tres sesiones, asistieron más de 280 personas y más de 300 las vieron por las plataformas de streaming. Las sesiones restantes se celebrarán en enero y febrero.
Si bien los debates se centraron en la forma de sortear los desafíos surgidos con el impacto de la COVID-19, las sesiones de la cumbre también se dedicaron a enseñar cómo poner en marcha y operar una red, a compartir experiencias sobre la implicación de la partes interesadas de la comunidad y a exponer ideas para aprovechar las fuentes de financiación públicas alternativas como los Fondos de Acceso al Servicio Universal (USAF, por sus siglas en inglés). La cumbre puso de manifiesto la necesidad de espacios para que los operadores de CN, sus defensores y simpatizantes aprendiesen los unos de los otros y colaborasen en el crecimiento de las redes comunitarias en África. También mostró que es indispensable perfilar y aprobar marcos políticos y normativos para articular su crecimiento.
En septiembre, el director general de la Autoridad de Comunicaciones de Etiopía (ECA, por sus siglas en inglés) confirmó que la ECA autorizaría las redes comunitarias. La inclusión de cláusulas que articulen las redes comunitarias se debió a las iniciativas de los socios locales e internacionales, a la filial local de Internet Society y a los contribuyentes de la comunidad.
Las comunidades están activas en África y en noviembre, la red comunitaria BOSCO-Uganda finalizó la construcción de una torre en Latanya (Uganda) para ampliar el acceso en la región y ofrecer las oportunidades de Internet a su gente. Mira cómo lo hicieron.
Para afrontar las lagunas de conectividad, nos unimos a colegas de la Unión Africana (AU, por sus siglas en inglés), la Unión de Telecomunicaciones Africana (ATU, por sus siglas en inglés), Mozilla, la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC, por sus siglas en inglés), el Centro para Recursos de Startup de Redes (NSRC, por sus siglas en inglés) y una serie de gobiernos y expertos, para impartir un ciclo de webinarios sobre las redes comunitarias y los problemas de acceso. Se trataron temas como, por ejemplo, las licencias, el servicio universal, la financiación innovadora y los problemas de espectro. Estos webinarios favorecieron la reunión de personas, la creación de alianzas y asociaciones más sólidas para el trabajo a largo plazo relacionado con el cierre de las brechas digitales locales.
Queremos expresar nuestra enorme gratitud a todos nuestros socios que hicieron posible el trabajo en la región, en especial a los colegas de la APC, la AU, la ATU, la red BOSCO-Uganda, Mozilla, NSRC y muchos otros que trabajaron para ofrecer a la gente más oportunidades en África.
Europa
Cuando la pandemia de la COVID-19 golpeó Europa, nuestros planes en la región cambiaron. En plena pandemia, pudimos financiar proyectos que ya estaban en marcha en Grecia y Georgia, pero necesitaban aumentar su alcance y mejorar el servicio. Como vimos en muchos países de todo el mundo, una conexión a Internet supuso la posibilidad de estar a salvo y trabajar desde casa. En Grecia, las redes comunitarias ofrecieron una forma para que la gente se fuese de las ciudades y pudiera seguir trabajando a distancia. En Georgia, nuestra alianza ayudó a que Internet llegase a los valles, aldeas y desfiladeros que el proyecto había fijado como objetivos de expansión. Ahora, el equipo del proyecto en Georgia quiere llegar a más usuarios y trabajar para que su CN sea sostenible por sí misma.
Nuestro plan para poner en marcha una red comunitaria nueva en Armenia tuvo que posponerse, debido a la pandemia y otros problemas regionales, y nuestros planes en el país se dejaron para 2021. Mientras tanto, se presentó una oportunidad nueva en Valli di Lanzo en el norte de Italia y una nueva alianza con un punto neutro italiano que ayudará a poner en marcha una red comunitaria. Si trabajamos con la comunidad local y confiamos en su experiencia, seguro que pronto tendremos una conexión sostenible.
Nuestros socios sobre el terreno fueron indispensables para hacer posible este trabajo. Queremos darles las gracias a Sarantaporo, Mountain Community Networks, TOPIX y a otros que han trabajado duro para poner en marcha redes comunitarias en Europa.
América Latina y el Caribe
El año 2020 marca la conclusión exitosa de una alianza de dos años entre Internet Society y la Organización de Estados Americanos. El objetivo de la alianza fue promover y activar el desarrollo de redes comunitarias en zonas rurales y alejadas de América. Los resultados superaron nuestras expectativas.
Cientos de personas, incluidos legisladores de la región, recibieron formación. En el curso “Puesta en marcha de redes comunitarias inalámbricas” participaron 295 personas y al webinario de alto nivel “Modelos innovadores para conectar a los desconectados” asistieron 174 representantes de la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones (CITEL) de más de 20 países.
Durante la colaboración vimos que el marco político fue favorable para la expansión de las redes comunitarias en la región. Hicimos un mapeo de políticas habilitantes en nueve países americanos (Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Ecuador, Honduras, México, Trinidad y Tobago y Estados Unidos). Los resultados se publicarán en un informe final en 2021. Esperamos seguir trabajando con CITEL para dar apoyo a las CN.
Las redes comunitarias también ayudaron a la gente a seguir conectada y acceder a los servicios públicos durante la pandemia de la COVID-19. Hace varios años, el pueblo de El Cuy (Argentina) estuvo aislado digitalmente del resto del país antes de que le ayudásemos a instalar una red comunitaria. Este año, estuvieron preparados para la pandemia gracias a la mejora de la red. La mejora de la conectividad ayudó a la gente joven a estudiar desde casa, a los mayores a acceder con seguridad a los servicios de salud y ayudó a todo el mundo a aislarse de las personas diagnosticadas con COVID-19 en los pueblos cercanos. En Colombia, una red comunitaria de la municipalidad de Buenos Aires, Cauca, experimentó un aumento del acceso a partir de abril, después de que el gobierno decretase las medidas de aislamiento social. Su red, RedINC, ayudó a la gente a seguir en contacto con familiares y amigos y a acceder de forma segura a servicios alimentarios y financieros.
Este año también allanó el camino para forjar alianzas nuevas y prometedoras. Empezamos a trabajar con un equipo que está trabajando en ampliar la conectividad a las Galápagos, asegurándose de que los colegios también estén conectados. Ampliamos nuestras actividades en el Caribe con socios nuevos y nuestras filiales en Haití y Trinidad y Tobago. Conforme nos adentramos en 2020, iniciamos las conversaciones y planes de visitas a instalaciones con socios en Guyana, Jamaica, Dominica, Belice y Trinidad y Tobago.
Es imposible hacer solos este trabajo. Todo este trabajo fue posible gracias a las filiales de Internet Society, socios y organizaciones que participan activamente en la región para habilitar las redes comunitarias. Queremos darles las gracias a CANTO, a la Alianza por el Espectro Dinámico, a la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones, a Article19, a Colnodo, a Redes Comunica, a Rhizomatica, a Altermundi y al Instituto NUPEF, entre otros, por su trabajo para cerrar la brecha digital.
Oriente Medio y el Norte de África
La crisis del Líbano y la pandemia de la COVID-19 nos obligaron a adaptar y cambiar nuestras actividades planificadas en Oriente Medio y el Norte de África, lo que nos dio la oportunidad de profundizar en el debate sobre las redes comunitarias. Celebramos un taller regional, en el que compartimos experiencias de países diferentes sobre cómo las redes comunitarias pueden provocar un impacto positivo en las zonas rurales y debatimos sobre posibles cambios legislativos, que permitirían a las partes interesadas trabajar juntas para ofrecer soluciones de conectividad complementarias para todo el mundo.
Otro avance positivo ha sido el comienzo de las conversaciones con el gobierno de Arabia Saudí en una serie de temas de política relacionados con las redes comunitarias. Mediante nuestro intercambio con ellos a lo largo del año, se abrió una nueva etapa de colaboración para conectar a más personas, junto al trabajo en la Cumbre del G20 que organizó virtualmente Arabia Saudí.
Norteamérica
Después de la conclusión exitosa de nuestro trabajo con CITEL, hicimos planes para organizar con ellos más formaciones y trabajar en políticas en 2021. Otra relación prometedora empezó con la firma de un convenio con Philanthropy Northwest, una asociación de organizaciones filantrópicas, para colaborar en el desarrollo de redes comunitarias indígenas en la región del noroeste de Estados Unidos. Mientras tanto, grupos de jóvenes de Baltimore (Maryland) pudieron seguir estudiando durante el confinamiento gracias a la creación de una nueva red en malla impulsada por Internet Society.
Ahora hay más comunidades indígenas preparadas para abogar por políticas mejores gracias a la Cumbre sobre Conectividad Indígena de 2020, que este año se celebró telemáticamente. La cumbre incluyó cursos, en los que participaron 80 personas, sobre redes comunitarias y política y fomento. Los graduados desarrollaron una serie de recomendaciones políticas que, en caso de aprobarse, facilitarían a las comunidades indígenas conectarse en sus propios términos.
Nuestro equipo le enseñó al mundo que las redes comunitarias son una solución para conectar a todo el mundo, ofreciendo varias presentaciones con nuestros socios, incluidos la conferencia del Consejo de Telecomunicaciones del Pacífico, el Foro Canadiense de Gobernanza de Internet y el IGF-USA. La historia exitosa de una red instalada en Pu’uhonua o Waimanolo (Hawái) en 2019 será publicada como estudio de caso a principios de 2021, lo que ayudará a más personas a entender cómo están creando las comunidades sus propias redes.
Por último, trabajamos con nuestros socios tribales en el Plazo de Prioridad Tribal (TPW, por sus siglas en inglés) de la FCC para el Servicio de Banda Ancha Educativa (EBS, por sus siglas en inglés), una oportunidad para que las tribus que cumpliesen los requisitos solicitasen el espectro sin coste alguno. Gracias a nuestro compromiso, que incluyó el desarrollo de recursos y la celebración de sesiones informativas, ayudamos a muchas tribus a presentar una solicitud. Con socios de la Corporación de Análisis de Riesgos AMERIND y la SCTCA, pudimos llegar a 193 tribus, que representan a 1,2 millones de personas. Esta fue la primera oportunidad para que este tipo de tribus solicitasen el espectro que les permitiría usar sus ondas de radio y conectar a sus comunidades.
Actividades globales
A lo largo del año trabajamos codo a codo con el Sector de Desarrollo (UIT-D) de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y asistimos a la inclusión de las redes comunitarias en el trabajo del grupo de estudio permanente del UIT-D, en el que Brasil mencionó nuevos cambios legislativos para facilitar la proliferación de CN. También participamos en un Informe sobre el Acceso de Último Kilómetro. Las redes comunitarias también debutaron en el Grupo de Trabajo sobre Modelos de Financiación del Siglo XXI de la Comisión de Banda Ancha para el Desarrollo Sostenible y en el Panel de Alto Nivel sobre la Cooperación Digital del secretario general de las Naciones Unidas – Mesa Redonda 1A sobre Conectividad Global, como una solución de acceso complementario. También se incluyeron en las Recomendaciones de Política y Normativa sobre la COVID por su importancia para destacar el papel que pueden desempeñar las redes comunitarias de ahora en adelante. Si algo hemos aprendido es que los socios son esenciales para construir un Internet más grande y crear comunidades que apuntalen la conectividad.
¡En 2021, esperamos seguir profundizando en el trabajo con nuestros socios!
De cara al futuro
El año 2020 estuvo repleto de desafíos y logros, pero todavía queda mucho por hacer. Obtén más información sobre las redes comunitarias y lee nuestro Plan de acción de 2021 para garantizar que Internet esté al alcance de todo el mundo.
Imagen de la red comunitaria insignia de Argentina en El Cuy ©Christian O’Flaherty/Internet Society