No me compartas: después de que WhatsApp anunciase sus planes de compartir datos con Facebook, el propietario de la aplicación, una gran cantidad de usuarios se han ido a aplicaciones de mensajería más seguras, según informa The Independent. El rival Telegram registró un aumento del 500 por cien de nuevos usuarios después de que se anunciase el cambio. Mientras tanto, WhatsApp y Facebook están lanzando una campaña publicitaria para mantener a los usuarios, publicando anuncios a toda página en 10 periódicos de la India, según informa Reuters. La India es el mercado más grande de WhatsApp, con 400 millones de usuarios.
Defensa del martillo de prohibición: el director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, ha defendido la decisión de la empresa de bloquear permanentemente al presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, por su apoyo a los ataques al Capitolio, según informa BBC. Sin embargo, según afirmó Dorsey, la decisión fue difícil. “No lo celebro ni me siento orgulloso”, tuiteó. “Después de una clara advertencia de que tomaríamos esta medida, tomamos la decisión con la mejor información que teníamos basada en amenazas a la seguridad física tanto dentro como fuera de Twitter”.
Parler va a juicio: en una noticia relacionada, Amazon Web Services rescindió su contrato de alojamiento con Parler, el competidor de derechas de Twitter, después de los altercados del Capitolio, y cerró efectivamente el sitio de microblogging. AWS señaló una serie de publicaciones en Parler de carácter violento, así como a algunos usuarios que hablaban sobre matar a agentes de policía y legisladores en el Capitolio el 6 de enero. Parler ha demandado a Amazon esgrimiendo que su decisión supone un “tiro de gracia” para el servicio, según informa CNN. Amazon contestó citando varias publicaciones de Parler que fomentaban la violencia, según informa CNN.
Desmontar las plataformas de Internet: mientras tanto, la decisión de Twitter, Facebook y otros sitios de cancelar la cuenta de Trump podría remodelar Internet, según escribe Stephen Bartholomeusz, un columnista del periódico Sydney Morning Herald. Estas prohibiciones podrían dar pie a un cambio en la Sección 230, la parte de la legislación estadounidense que protege a las redes sociales y otros sitios web contra demandas judiciales por el contenido generado por el usuario, afirma el columnista. “Si las compañías tuviesen que responsabilizarse del contenido de los usuarios, tendrían que asumir las consecuencias, como cualquier otro editor tradicional”, añade. “Tendrían que contratar a una legión de abogados, moderadores y revisores de contenido para filtrar el contenido antes de publicarlo sabiendo que, de lo contrario, tendrían que hacer frente a un aluvión de demandas judiciales”.
Rusia contempla su propio martillo de prohibición: finalmente, el parlamento ruso ha apoyado una ley que permitirá al gobierno del país restringir el acceso a los gigantes de redes sociales estadounidenses si estos “discriminan” a los medios de comunicación rusos y multan a los sitios que no eliminan el contenido prohibido, según informa India Times.
La Sección 230 se ha caracterizado históricamente por fomentar la innovación y la creatividad en Internet. Si la mantenemos al margen de las políticas partidistas, seguirá cumpliendo esa función.