La comunidad de América Latina y el Caribe ha mantenido una actividad incesante en temas de redes comunitarias, particularmente durante septiembre. Su labor se ha visto reflejada en diversos espacios, resaltando la Cumbre Latinoamericana de Redes Comunitarias que tuvo lugar en Argentina.
Un trabajo con historia
El interés por las redes comunitarias en la región de América Latina y el Caribe no es reciente. Al menos desde 2015, los operadores de estas redes han trabajado en conjunto, intercambiando experiencias y mejores prácticas. Parte del resultado de esta colaboración se encuentra en los documentos de la Coalición Dinámica de Conectividad Comunitaria (DC3) del Foro para la Gobernanza de Internet (IGF). Cabe mencionar que la creación del Grupo Especial de Interés sobre Redes Comunitarias (SIG CN) de Internet Society fue anunciada durante la ceremonia de clausura de la reunión del IGF de 2017.
El esfuerzo se ha visto reflejado en diversos espacios. Este año, varios operadores de estas redes fueron invitados a participar en la Quinta Conferencia Anual de Gestión del Espectro de América Latina, celebrada en Buenos Aires, Argentina, del 5 al 7 de septiembre. El último día de la Conferencia, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) llevó a cabo un taller de creación de capacidades sobre espectro y redes comunitarias.
La Cumbre Latinoamericana
Además de participar en eventos organizados por otras partes interesadas de la comunidad, el SIG de Redes Comunitarias convocó a la Cumbre Latinoamericana de Redes Comunitarias. El evento se llevó a cabo en dos fases: un taller con participantes de siete países de la región, y la cumbre en sí misma.
El taller también fue organizado en Buenos Aires, en los días posteriores a la Conferencia de Gestión del Espectro. Además de intercambiar ideas y mejores prácticas, los participantes visitaron áreas de la ciudad en las que se encuentran desplegadas algunas redes comunitarias no rurales. La segunda fase de la cumbre ocurrió en Córdoba, Argentina, donde los participantes convivieron durante seis días. Las actividades fueron productivas, al contar con sesiones de capacitación y con espacios para discutir y acordar posturas comunes.
Estas y otras actividades relacionadas con el tema son una muestra poderosa del valor de la colaboración entre las partes interesadas. Es notable su grado de organización y la motivación de sus participantes. ¡Enhorabuena!