En abril de 2018 me uní a más de cincuenta personas afines que firmaron una carta subrayando la importancia de la investigación sobre seguridad. Esta carta renuncia a una serie de demandas recientes, como Keeper v. Goodlin y River City Media v. Kromtech, presentadas contra investigadores de seguridad y periodistas, y resalta la importancia del trabajo que éstos están realizando para la defensa contra un número cada vez mayor de amenazas a seguridad.
La investigación de seguridad, a veces llamada piratería de sombrero blanco, es una práctica de hackers éticos que en virtud de la cual encuentran legalmente fallos en los sistemas de información y los denuncian a los creadores de dichos sistemas. La capacidad de encontrar e informar sobre estas vulnerabilidades antes de que otros actores con malas intenciones puedan conocerlos ha vuelto cada vez más importante, especialmente en el contexto del Internet de las cosas (IoT).
Como lo hemos debatido esta semana, en la reunión sobre el fortalecimiento de la seguridad IoT (Enhancing IoT Security) en Ottawa, Canadá, los dispositivos conectados a Internet son muy prometedores, pero también pueden crear una serie de problemas de seguridad. Es fundamental que sigamos animando a los usuarios a buscar y corregir los defectos de estos dispositivos a medida que crece su aplicación y uso.
Como escribió recientemente Olaf Kolkman, Director de Tecnología de Internet de Internet Society, los investigadores de seguridad están ayudando a hacer que Internet sea más seguro, la colaboración entre quienes encuentran vulnerabilidades y quienes las solucionan mejora la confianza en Internet y beneficia a todos.
«Los insto a que me acompañen en apoyo de los investigadores de seguridad y los periodistas que llevan a cabo un trabajo fundamental para proteger a los consumidores y las empresas de las amenazas a la seguridad».