Canadá ha demostrado ser un excelente líder con su innovadora iniciativa de proteger nuestro futuro conectado aprovechando las diversas cualidades, procedencias y perspectivas que el país ofrece.
Si bien la conclusión de un proyecto colaborativo para formular recomendaciones normativas que nos protegen en Internet es indudablemente digno de celebrar, el verdadero trabajo de los canadienses no ha hecho más que empezar.
Internet ha cambiado profundamente nuestra forma de actuar, ya que incrementa las oportunidades a medida que reduce las distancias entre personas, culturas e ideas. Los dispositivos conectados invaden más que nunca las estanterías de los principales minoristas canadienses, por lo que la Internet de las cosas (IoT) está añadiendo innumerables facetas a una nueva era de potencial humano.
También ha planteado retos nuevos y complejos en ámbitos como la privacidad y la seguridad.
A muchos de nosotros nos preocupa nuestra seguridad cuando nos conectamos. A pesar de los recientes llamamientos de gobiernos de todo el mundo para que se creen reglamentos que protejan a los ciudadanos y la información en Internet, es fundamental tener en cuenta que estos problemas no puede resolverlos una sola persona o un solo gobierno.
Si hay algo que el mundo de la gobernanza de Internet nos ha demostrado es que recibimos mejores respuestas a preguntas difíciles cuando varios expertos e intereses pueden intervenir positivamente en el debate.
Y en lo que se refiere a la seguridad de la IoT, Canadá lo ha conseguido. El país logró superar este desafío mediante un proyecto colaborativo que aprovechó los conocimientos de diferentes personas y entidades. El grupo, conocido como Proceso Multilateral Canadiense para Mejorar la Seguridad de la IoT, estuvo integrado por la sociedad civil, empresas de tecnología, académicos y desarrolladores. Todos trabajaron en colaboración con organismos como el Ministerio de Innovación, Ciencia y Desarrollo Económico de Canadá, la Autoridad Canadiense de Registro de Internet, CANARIE y la Clínica Canadiense de Política de Internet e Interés Público (CIPPIC).
Los participantes crearon tres grupos de trabajo que se centraron en la información y sensibilización de los consumidores, la resiliencia de la red y el potencial de una marca de confianza. Las recomendaciones de cada grupo se incluyen en el informe definitivo publicado el 28 de mayo.
Las recomendaciones del proyecto tienen mucho peso en lo que a credibilidad se refiere, ya que incluyen perspectivas de personas que no siempre logran intervenir en la toma de decisiones.
Por ejemplo, los representantes de la juventud aportaron valiosas ideas sobre los posibles desafíos futuros de la IoT formuladas por personas que han crecido en un mundo en el que la Internet siempre ha sido una realidad. Del mismo modo, los participantes de la Cumbre de Conectividad Indígena 2018 nos ayudaron a comprender los desafíos únicos de seguridad y acceso a la IoT a los que se enfrentan las personas que carecen de una Internet rápida, fiable y asequible.
Además, otros países ya están valorando adoptar el modelo colaborativo canadiense como práctica recomendada para hacer de la IoT un entorno seguro. El Proceso Multilateral Canadiense fue la piedra angular de la Plataforma de Políticas de Seguridad en la IoT, una entidad colaborativa integrada por agencias gubernamentales y organizaciones internacionales que abogan por soluciones inclusivas para conseguir que la seguridad constituya un pilar de nuestro futuro digital. Senegal y Francia también están adoptando esta forma de trabajar.
No existe una sola persona capaz de construir una Internet segura por sí sola. Las soluciones duraderas requieren la participación de todos. Si bien el informe canadiense constituye una nueva forma de hacer frente a los posibles retos de la Internet, es solo el punto de partida.
¿Cuál es el próximo paso? Necesitamos su ayuda para lograr resultados.
Ahora que se han formulado las recomendaciones, Canadá necesita ponerlas en práctica. Y es aquí donde entra usted.
Ya se ha formado un nuevo grupo de trabajo con la misión de llevarlas adelante. Usted puede ser parte de esta misión.
Cuantos más seamos, mejor: independientemente de si usted es un líder activo de la comunidad, responsable de la formulación de políticas, directivo empresarial o ciudadano afectado, puede sumarse al grupo de agentes de cambio que luchan por proteger nuestro futuro conectado a través del Comité de Aplicación de Medidas de Seguridad en la IoT. Si le interesa, contacte con Katie Jordan, asesora principal de políticas, escribiendo a [email protected].
La inclusión forma parte de la propia esencia de Internet. Internet es una red abierta y global de redes que operan juntas voluntariamente. Cada una de las redes que pasa a integrar la Internet ofrece lo suyo, pero todas juntas aportan más riqueza y fiabilidad. Es más poderosa porque funciona así. Nosotros también… y su voz es esencial para la ecuación.
Súmese al Comité de Aplicación de Medidas de Seguridad en la IoT y ayude a conseguir una Internet segura, abierta y accesible para el futuro.