El anuncio realizado ayer por el gobierno canadiense para bajar los precios de los teléfonos móviles le acabará saliendo caro al país.
En una rueda de prensa celebrada ayer, Navdeep Bains, ministro canadiense de Innovación Científica y Desarrollo Económico (ISED, por sus siglas en inglés) expuso un plan que, además de autorizar al gobierno a aumentar la regulación para fomentar la competencia, le permitirá subastar el espectro a la puja más alta.
Se trata de una situación de pan para hoy y hambre para mañana.
Podía haber sido una oportunidad para que el ISED pusiese a muchos canadienses (sobre todo a aquellos que viven en zonas rurales y alejadas) más cerca del objetivo del gobierno de banda ancha universal para 2030. Desafortunadamente, creemos que las normas de la subasta anunciadas ayer por el ministro Bains suponen un retroceso en cuanto a enfoques innovadores para que las zonas de Canadá que más lo necesitan dispongan de un acceso asequible.
Actualmente, los canadienses pagan algunos de los precios más altos del mundo para conectarse a Internet y una gran parte del país aún no tiene el cableado de fibra necesario para la banda ancha.
Existen soluciones para garantizar un acceso asequible en Canadá. Una de ellas son las redes comunitarias.
Internet Society lleva mucho tiempo promoviendo las redes comunitarias como una solución para abordar las lagunas de conectividad en el mundo. Estas redes (infraestructuras de comunicación instaladas, gestionadas y utilizadas por las comunidades locales) serían una solución ideal para abordar las lagunas de conectividad que existen en muchas partes de Canadá, donde no existen soluciones convencionales.
Y ahí es donde entra en juego el espectro.
El acceso al espectro es un paso indispensable para favorecer el desarrollo de redes comunitarias. Con la subasta de la banda de 3500 MHz, el ISED tenía la oportunidad de facilitar a las comunidades la puesta en marcha de redes sostenibles y asequibles. Desafortunadamente, esta oportunidad se ha ido al traste por culpa de las normas de la subasta.
Canadá podría haber adoptado el enfoque de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC, por sus siglas en inglés) con la banda de 3500 MHz. En 2015, la FCC adoptó normas para convertirla en una banda compartida llamada Servicio de Radio de Banda Ancha Ciudadana (CBRS, por sus siglas en inglés). Cualquiera puede usar el CBRS gratis allí donde el titular no esté retransmitiendo actualmente. Canadá es un país grande con enormes zonas por cubrir. Un modelo compartido, como el adoptado por la FCC, hubiera sido un gran avance para zonas rurales donde quizá los grandes proveedores de servicio tengan espectro, pero no lo utilizan.
La FCC también adoptó un enfoque innovador en la forma de reconducir el Especto de Banda Ancha para Educación (EBS, por sus siglas en inglés). Si bien el EBS se reservó inicialmente para fines educativos, la FCC acabó abriéndolo al servicio de banda ancha. El año pasado se anunció una subasta para reasignar el EBS y emitir licencias nuevas. Conviene destacar que la FCC creó una Ventana de Prioridad Tribal para que las comunidades indígenas recibiesen licencias del espectro sin asignar en sus territorios. La Ventana de Prioridad de la FCC está abierta hasta el 2 de agosto de 2020, momento en el que la subasta se abrirá a todos los posibles licenciatarios. Esta Ventana representa para las tribus la posibilidad de tener acceso a Internet bajo sus propias condiciones.
Cualquiera de estos ejemplos de la FCC habría supuesto un avance para conseguir el objetivo gubernamental de garantizarles la banda ancha universal a todos los canadienses. Una ventana para comunidades indígenas para acceder a los 3500 MHz, igual que la ventana de la FCC para el EBS, hubiera permitido a las comunidades rurales y alejadas instalar sus propias redes locales y aprovechar todas las oportunidades que ofrece Internet.
Aunque el tiempo corra, todavía se pueden cambiar las cosas.
Unidos somos más fuertes que divididos. Como una de las organizaciones técnicas más antiguas e independientes con miembros sobre el terreno, Internet Society tiene un largo historial de colaboración con socios para perfilar soluciones sostenibles y desarrolladas localmente.
Le pedimos al ministro Bains que modifique su plan. Estamos aquí para ayudar.
Gobiernos, expertos técnicos, asesores políticos y gente que se preocupa por sus vecinos. Eso es lo que aporta el mundo de Internet, es decir, oportunidades. Tenemos que trabajar juntos y colaborar para fomentar un cambio.
Imagen © Angela Gzowski