Hace diez años la comunidad de pares tuvo una visión: queríamos que el 80 por ciento del tráfico de Internet estuviese localizado en 2020. Debo admitir que a lo largo de esta década me pregunté si sería posible.
Pero Kenia y Nigeria han demostrado que sí se puede. Todo gracias a la ayuda de los puntos neutros (IXP, por sus siglas en inglés). Un informe nuevo titulado Anclaje del ecosistema africano de Internet: lecciones del crecimiento de puntos neutros en Kenia y Nigeria es un estudio de caso sobre cómo lo hicieron.
Lo que cambió en Kenia y Nigeria
En solo ocho años una comunidad dedicada ayudó a Kenia y Nigeria a aumentar los niveles de tráfico de Internet que se intercambia localmente del 30 % al 70 %.
Eso sucedió gracias a una comunidad dinámica de personas unidas en torno a una causa común: ofrecerles a sus vecinos una conexión a Internet más rápida, barata y mejor. Lo consiguieron centrándose en su ecosistema local de Internet que depende del IXP.
Poner en marcha un punto neutro requiere recursos tecnológicos y humanos. Se suele decir que requiere un 80 % de ingeniería humana y un 20 % de ingeniería de red. La verdad es que no se trata de una tarea fácil. Crear una comunidad de Internet local sólida facilita esta colaboración y da como resultado una gobernanza local y entendimiento neutros e incluso buenos.
Por qué son importantes los IXP
En África, una gran parte del tráfico tiene que viajar muy lejos. Esto provoca costes más altos y velocidades más lentas, sobre todo en comparación con Europa.
Los IXP son como mercados, centros comerciales o aeropuertos internacionales. Atraen y acercan a grandes y pequeños comerciantes a un lugar más cercano que ofrece mejores experiencias y a un coste menor para aquellos que están cerca de esas instalaciones.
Según la Asociación Africana de IXP, existen 46 IXP activos repartidos por 34 países africanos. Sudáfrica es el que más tiene, con seis IXP, seguido de cuatro en Tanzania y tres en Nigeria.
Los IXP son una parte indispensable de la infraestructura técnica que ayuda a mejorar el acceso a Internet, manteniendo el tráfico local de Internet localizado y, gracias a ello, más rápido y más asequible. Los IXP son anclajes del ecosistema de Internet y la clave para desplegar el potencial de Internet en África. Pero para trabajar de verdad y ser efectivos a largo plazo, hacen falta recursos humanos: ingenieros, proveedores de servicios, desarrolladores de contenido y funcionarios gubernamentales colaborativos, que compartan la creencia de que una comunidad sólida y colaborativa puede sacar el máximo provecho al ecosistema de Internet en los IXP locales.
Mira la diferencia que han marcado en Kenia y Nigeria
Empezamos a seguir la historia de los IXP en Kenia y Nigeria hace ocho años. Se puede comprobar en este informe de 2012.
Además de que el ratio de tráfico localizado pasó del 30 % local/70 % internacional en 2012 al 70 % local/30 % internacional en la actualidad, también hubo un ahorro de costes. En Kenia, KIXP pasó de llevar un tráfico máximo de 1 Gigabit por segundo (Gbps) en 2012 a 19 Gbps en 2020, con un ahorro de costes que se ha cuadruplicado, situándose en seis millones de dólares al año. En Nigeria, IXPN pasó de llevar solo 300 Megabits por segundo (Mbps) a un tráfico máximo de 125 Gbps en 2020, y el ahorro de costes aumentó cuarenta veces, situándose en 40 millones de USD al año.
(Aquí puedes ver más diferencias).
Ochenta por África
Si bien el ritmo rápido de desarrollo del ecosistema de Internet en Kenia y Nigeria desde 2012 pone de relieve la importancia del papel desempeñado por los IXP, esto no podría haber sido posible sin la creación de relaciones entre partes interesadas, desarrollo de infraestructura, promoción de la movilización de la comunidad, colaboración, confianza y capacitación.
Durante el tiempo que llevo trabajando como parte de la comunidad de Internet, siempre he recibido grandes lecciones de humildad de personas maravillosas que están marcando una diferencia allí donde viven.
Ochenta por África es posible. Y podemos llegar allí, juntos.
Lee el informe Anclaje del ecosistema africano de Internet: lecciones del crecimiento de puntos neutros en Kenia y Nigeria