El nuevo punto de intercambio de Internet (IXP, por sus siglas en inglés) de la República Dominicana ya cuenta con 24 miembros, tres de los cuales comenzaron a intercambiar tráfico en noviembre de 2020. Otros cuatro comenzarán este trimestre, entre ellos los mayores operadores del país.
El punto de intercambio IX.DO nació después de intentos frustrados. Una iniciativa impulsada por el gobierno en 2007 nunca llegó a ponerse en marcha y el centro de datos NAP del Caribe empezó a impulsar la implantación de un IXP cuando llegó al país en 2008.
Una década más tarde, en 2017, la filial de Internet Society de la República Dominicana retomó las iniciativas tras organizar una serie de foros locales de gobernanza de Internet. Se abordó el tema de la infraestructura y se incluyeron grupos de debate sobre buenas prácticas de los IXP con expertos del Registro de Direcciones de Internet de América Latina y el Caribe (LACNIC, por sus siglas en inglés). A ellos asistieron reguladores, empresas de telecomunicaciones y académicos, que también reflexionaron sobre las razones por las que la anterior iniciativa de IXP había fracasado.
“Hubo un gran interés en retomarlo, así que Internet Society lo dirigió”, explica Osvaldo Larancuent, presidente de la filial de Internet Society en la República Dominicana. “En enero de 2018, hicimos una convocatoria y empezamos a formar un equipo. Decidimos hacerlo colaborativamente y formamos comités. Se creó un comité jurídico, en el que los participantes decidieron trabajar en un MdE (memorando de entendimiento) multilateral”.
Al mismo tiempo, la filial solicitó una subvención Beyond the Net para proyectos de mediana o gran escala y se le concedieron 30.000 dólares en octubre de 2018.
“Una vez asegurados los fondos y finalizado un memorando de entendimiento formal, convocamos a las diferentes partes interesadas en noviembre”, explica Larancuent.
Hasta la fecha, 24 entidades han firmado el acuerdo de participación del IXP, incluida la Presidencia de la República, ocho proveedores y empresas de telecomunicaciones que representan el 98 % del consumo de Internet del país, dos operadores y 12 universidades, además de su anfitrión, NAP del Caribe.
María Waleska Álvarez es la directora ejecutiva de NAP del Caribe, el centro de datos neutral que alberga el punto de intercambio IX.DO. “Podríamos describirnos como el aeropuerto para este tráfico”, explica. “Generamos valor para nuestros clientes. Al tener el IXP, ganamos valor añadido, siendo mucho más competitivos, en comparación con otros actores del mercado. Nos hace más atractivos”.
Pero Waleska Álvarez dice que el mayor beneficio será para los usuarios finales. “Representa una apertura del mercado. Con el IXP se crean oportunidades más asequibles y seguras para las empresas emergentes, las dominantes y los usuarios”.
Una de las mayores ventajas del IXP es que permite una mayor concentración del tráfico local en la República Dominicana, lo que significa una menor dependencia de las conexiones internacionales y menores costes operativos para las telecos locales. También significa conexiones más seguras porque el tráfico local se mantiene dentro del país. Y los usuarios, en definitiva, viven una experiencia de mayor calidad.
Con el aumento del tráfico local a través del IXP, el país también se convertirá en un lugar estratégico para los proveedores de contenidos.
El IX.DO comenzó a producirse de forma silenciosa en noviembre de 2020, y ya hay tres empresas que intercambian tráfico (Columbos Wireless, OneMax y GoldData), con varias más en proceso de conexión. Este trimestre se conectarán los cuatro grandes proveedores restantes (Claro, Altiz, Wintelecom y Trilogy).
“Los IXP crean la infraestructura fundamental para mejorar la transmisión de datos. En las pruebas, vimos que nuestros tiempos de intercambio disminuyeron de 20 milisegundos a 0,9 milisegundos”, dice Larancuent. “Para los usuarios normales, esto significa que su rostro se ve menos granulado o robotizado en la pantalla. El usuario tiene una mejor experiencia porque hay más velocidad interna”.
Según Larancuent, en los primeros meses de la pandemia, el consumo de Internet aumentó un 30 % en el país. “Aunque tenemos una buena cobertura de Internet móvil, estimada en un 87,66 %, según el regulador (INDOTEL) y el Observatorio Nacional de las TIC (ONTIC) del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC),… hay debilidades en las conexiones de banda ancha en los hogares, que se estiman en solo un 11,53 %, y hay una falta de ordenadores en los hogares. Todo ello afecta a la capacidad de transmitir contenidos educativos a distancia, lo que se ha hecho a través de la televisión en medio de la COVID-19”.
Larancuent dice que el gobierno ha hecho enormes esfuerzos para que Internet sea asequible, llegando a acuerdos con los proveedores de servicios de Internet para reducir los costes de las conexiones de datos para los clientes, especialmente para los pobres, al tiempo que explora otras opciones para reforzar la resistencia de Internet y mejorar la calidad y el coste de los servicios. Sin embargo, afirma que la pandemia ha puesto de manifiesto los puntos débiles de un modelo basado en el acceso wifi en sitios gubernamentales y públicos.
Recientemente, el gobierno aprobó el decreto 71-21, por el que se crea la oficina presidencial para la transformación digital de la República Dominicana, que incluirá un grupo de trabajo sobre conectividad, acceso y planes de banda ancha. La filial de Internet Society participará como miembro permanente del grupo de trabajo, para colaborar en su diseño e implementación.
Larancuent explica que los IXP tienen cuatro ventajas principales. “La primera es la eficiencia, porque el tráfico local se concentra y no tiene que buscar una señal internacional. Esto ahorra el coste de la transmisión submarina. El segundo elemento que mejorará son los servicios internacionales (Google, Amazon, Netflix, etc.). Si tienen presencia aquí, los usuarios podrán acceder a ellos sin retrasos. Esto también reducirá la congestión y saturación de las líneas de Internet”.
Según Larancuent, tres CDN ya han solicitado unirse a IX.DO (Google Cache, Amazon World Service), y Facebook ha expresado su interés. La junta directiva también se ha puesto en contacto con Microsoft y Netflix.
“La tercera ventaja de los IXP”, continúa, “es que animan a las empresas que desarrollan contenidos a dejarlos aquí. Esto impulsa la transformación digital local porque más empresas locales podrán prestar servicios (especialmente los sectores de la banca, la salud, los medios de comunicación, las finanzas, la educación y la justicia) y guardar sus contenidos en servidores locales”.
“Por último, pero no menos importante, están los beneficios de estructurar un ecosistema digital local integrado, que adopta buenas prácticas en la gestión segura de la red (como la norma MANRS para el enrutamiento seguro), que desarrolla sus capacidades maximizando las capacidades locales de Internet”.
La subvención de 30.000 dólares de Internet Society cubrió el equipo técnico inicial y la infraestructura, como el servidor de rutas, los ordenadores y los servidores, la contratación de servicios de socios, la instalación y la formación, así como la contratación de un gestor de proyectos. Pero Larancuent calcula que el coste total del proyecto es de unos 50.000 dólares, que incluyen varias donaciones en especie y donaciones puntuales de servidores y equipos que, finalmente, les han permitido ponerse en marcha.
Imagen de Asael Peña vía Unsplash