En Brasil, el acceso a Internet va más allá de las oportunidades: ayuda a mantener la seguridad de las personas y aborda las desigualdades.
Brasil tiene un alto índice de acceso a Internet, con más del 82 % de los hogares conectados. Pero su brecha de conectividad es mayor en las zonas rurales, donde ese porcentaje se reduce al 55 %. Más que una diferencia de alcance, estas cifras representan una de las formas en que las desigualdades históricas pueden persistir durante siglos. Este 55 % incluye a las poblaciones indígenas y a las quilombolas, comunidades tradicionales fundadas en el siglo XVI por afrobrasileños que escapaban de la esclavitud.
Hay muchas razones por las que estas y otras comunidades marginadas no están conectadas. Algunas son el alto coste de la conectividad, la falta de conocimientos digitales e incluso la falta de servicios que ofrezcan los datos o la velocidad mínimos que necesitan para utilizar Internet como desean. Como los proveedores de servicios tradicionales no pueden llegar a ellos, necesitan formas alternativas de aportar conectividad.
Las redes comunitarias son una solución importante. Hacen que los servicios de Internet sean más asequibles, fomentan el desarrollo de las competencias digitales y ponen a la gente a cargo de su conectividad. La filial de Internet Society en Brasil, los socios locales y la Fundación Internet Society están trabajando juntos para apoyar las redes comunitarias en el país, al tiempo que abogan por un entorno político en el que puedan prosperar.
En 2019 y 2020, la Fundación Internet Society concedió a la filial de Brasil dos subvenciones Beyond the Net. A través de una gran subvención y trabajando con el Instituto Nupef, pudieron desplegar y mejorar tres redes comunitarias. Una segunda subvención de menor cuantía les permitió asociarse con el Instituto Bem-Estar Brasil para ayudar a las comunidades a desenvolverse en el entorno regulador de las telecomunicaciones del país.
Proteger a las comunidades del Amazonas
En el estado nororiental de Maranhão, una conexión a Internet puede significar seguridad. Situada en la periferia de la región del Amazonas (una parte vital del ecosistema de la Tierra), las comunidades de la zona viven con el temor de los ataques de los invasores, que talan y queman los bosques para dejar paso a la minería, explotaciones ganaderas y plantaciones de soja ilegales. Con el acceso a Internet, los lugareños pueden alertar a las autoridades. Se trata de una importante red de seguridad para los habitantes y la propia tierra, que se hace eco más allá de las fronteras de Brasil y en los siglos venideros.
El Instituto Nupef, socio local y miembro de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones, ha trabajado en la región para desplegar redes comunitarias. Cuando la filial brasileña conoció el programa Beyond the Net, vio la oportunidad de ampliar su trabajo. Gracias a una subvención de 30.000 dólares, pudieron asociarse con movimientos de base y conectar las comunidades de Pifeiros y Taquaritiua, además de ampliar la red de Penalva.
Descubre cómo Internet está conectando a estas comunidades con el mundo y entre sí.
Sortear la burocracia
Pero la conectividad va más allá de la instalación de una red. Muchas comunidades se enfrentan a otro reto burocrático después de crear sus propias redes: cumplir con Anatel, el regulador local de telecomunicaciones. Brasil es conocido por su compleja burocracia y los malentendidos o intentos de esquivarla han hecho que muchas redes comunitarias funcionen de forma irregular o incluso ilegal. Sin los permisos y licencias adecuados, las redes comunitarias son vulnerables y están potencialmente sujetas a sanciones administrativas que pueden cerrarlas. Aprender a sortear la legislación es fundamental para la sostenibilidad.
Para abordar este problema, la filial brasileña se unió al Instituto Bem-Estar Brasil (IBEB) para desarrollar un curso que capacitase a los miembros de la comunidad sobre cómo lidiar con Anatel. Con una subvención de 3.500 dólares de Beyond the Net, trabajaron juntos para impartir un curso virtual en vivo que cubriera temas de regulación y política que afectan a las redes comunitarias.
Por qué el reconocimiento legal es fundamental para la sostenibilidad de las redes comunitarias.
La filial, IBEB, APC y otros defensores de las redes comunitarias aportaron más de 10 años de experiencia a la formación. A lo largo de los años han presionado para que se cambien las leyes y los reglamentos con el fin de eliminar los requisitos burocráticos o de aligerar esos requisitos, entendiendo las características y necesidades de esos proyectos como soluciones de acceso complementarias.
La colaboración es el camino a seguir
Una red comunitaria puede llegar a personas donde los proveedores de servicios tradicionales no pueden. Para crear las condiciones adecuadas para que prosperen se necesita la colaboración de personas de todos los ámbitos. ¡Participa y ayuda a poner en marcha una red comunitaria!