La región de Asia Pacífico, donde vive más de la mitad de la población mundial, es la más grande y diversa del planeta. Cuatro de sus países (China, India, Indonesia y Japón) representan también más de la mitad de la base mundial de abonados a la telefonía móvil. Sin embargo, una parte importante de la población sigue sin estar conectada.
La actual pandemia mundial ha puesto de manifiesto el papel de las tecnologías digitales (y la urgente necesidad de proporcionar una conectividad asequible y accesible para todos).
Conectar a las personas más difíciles de conectar sigue siendo un gran reto, sobre todo en zonas donde no es comercialmente viable para los operadores de red. En los últimos años, las redes comunitarias (CN, por sus siglas en inglés) han surgido como una forma viable (y práctica) de conectar a las comunidades desatendidas e insuficientemente atendidas, utilizando un enfoque de bajo coste impulsado por la comunidad. Estas iniciativas apoyan los objetivos de acceso universal y dotan a las comunidades de las herramientas que necesitan para beneficiarse de las oportunidades digitales, como, por ejemplo, la educación telemática y el acceso a los servicios de administración electrónica.
A medida que evolucionan estas soluciones promovidas por la comunidad, también se enfrentan a varios desafíos que requieren consideraciones políticas y regulatorias.
En 2019, la Comisión Económica de la ONU para Asia Pacífico (ESCAP, por sus siglas en inglés) e Internet Society se asociaron para celebrar la exitosa Cumbre de Redes Comunitarias Regionales de Asia Pacífico, en la que mantuvimos un diálogo constructivo entre las partes interesadas, que dio lugar a una serie de resultados positivos. A la sombra de la continua pandemia mundial y de la gran dependencia de las tecnologías digitales que ha creado para todos los sectores, volvimos a reunirnos en agosto para celebrar la edición 2021 de la cumbre.
La cumbre de este año reunió a las partes interesadas de toda la región, incluidos los gobiernos, el sector privado, las entidades de financiación y la sociedad civil. En ella se analizaron los progresos realizados en materia de acceso y conectividad en Asia Pacífico desde la primera edición de 2019 y se presentaron estudios de casos sobre cómo las redes comunitarias han ayudado a las personas, incluso durante la pandemia. También se debatió cómo se puede utilizar la innovación política y normativa para acelerar aún más la conectividad de quienes más la necesitan.
Un resultado alentador de la cumbre fue el respaldo de alto nivel a las redes comunitarias por parte de S. E. Mohamed Shareef, ministro de Estado del Ministerio de Medio Ambiente, Cambio Climático y Tecnología de Maldivas. Shareef, que también preside el Comité Directivo de la Autopista de la Información de Asia Pacífico de la CESPAP (Comisión Económica de la ONU para Asia Pacífico, por sus siglas en inglés), declaró que “las redes comunitarias han surgido como una solución complementaria para conectar a los desconectados, permitiendo desarrollar soluciones de bajo coste impulsadas por la comunidad para conectar a las personas en lugares remotos. Han demostrado su eficacia para complementar los objetivos de ‘acceso universal’ y ofrecer oportunidades digitales a las comunidades rurales”.
Puedes leer la declaración completa aquí.
La cumbre ha albergado una enriquecedora serie de debates entre las partes interesadas y ha contribuido a plantear importantes consideraciones sobre cómo podemos avanzar en nuestros objetivos comunes de conectividad asequible y accesible en la región.