Construir una Internet más grande y más fuerte
Recomendaciones de políticas durante la pandemia de COVID-19
Durante los últimos meses, el coronavirus ha demostrado al mundo lo importante que es Internet durante una crisis.
Internet ha permitido que millones de personas continúen trabajando y estudiando mientras siguen las órdenes de quedarse en casa. Ha brindado acceso a información de salud fundamental y ha permitido que las familias, separadas por restricciones de viaje o por la cuarentena, se mantengan en contacto. Y, a pesar de los importantes aumentos en el volumen de tráfico en sus redes, Internet ha demostrado que está a la altura del desafío. Su base técnica, una red de redes operadas de manera cooperativa por proveedores de servicios y plataformas, ha garantizado que Internet no haya experimentado fallas catastróficas.
La pandemia actual ha demostrado que Internet es, de hecho, una fuerza positiva.
Sin embargo, el coronavirus también ha puesto de manifiesto muchos desafíos. Casi el 50 % de la población mundial no ha podido trabajar o estudiar desde casa porque no tiene acceso a Internet. Para muchas personas que sí tienen acceso, las bajas velocidades y los altos precios caracterizan su servicio de Internet, impidiéndoles participar en la vida cotidiana. Las aplicaciones de rastreo de contactos plantean problemas de privacidad en todo el mundo. Los ataques cibernéticos dirigidos al sector sanitario han aumentado. Y, a pesar de la clara necesidad de un cifrado fuerte de extremo a extremo a medida que más personas trabajan, realizan operaciones bancarias y acceden a la atención médica en línea, los organismos encargados de hacer cumplir la ley siguen pidiendo acceso de puerta trasera (backdoor) a las comunicaciones y datos cifrados.
Podemos salir de esta crisis con una Internet más grande, más fuerte y más confiable, independientemente de las condiciones de crisis temporal. Si se aprobasen ahora, las políticas digitales adecuadas pueden respaldar la recuperación económica mundial y garantizar que nadie se quede atrás.
Hay acciones específicas que podemos tomar para asegurarnos de que las comunidades rurales, remotas y urbanas desatendidas y subatendidas tengan el acceso que necesitan, y para proteger a los usuarios de Internet y la infraestructura crítica de Internet.
Asegurarse de que aquellos que necesitan acceso, ahora mismo, lo obtengan.
Para garantizar el acceso permanente y sostenible para todas las personas, los legisladores y reguladores deben eliminar las barreras a la conectividad impulsada por la comunidad y facilitar el acceso de las comunidades a los recursos.
- Hacer inversiones para garantizar que todos puedan acceder a Internet en tiempos de crisis, antes de que ocurra una crisis. La respuesta a las crisis debe tenerse en cuenta en los procesos de las políticas del día a día para que las medidas de emergencia, como los puntos de acceso Wi-Fi comunitarios, se puedan activar cuando sea necesario.
- Asegurar que el acceso al espectro otorgado a las instalaciones que albergan estaciones de acceso Wi-Fi de emergencia se mantenga permanente después de que se levanten las órdenes de quedarse en casa.
- Alentar a las compañías navieras a dar mayor prioridad a la entrega de equipos de telecomunicaciones para garantizar un rápido despliegue de redes. Suspender o acelerar el despacho de aduanas y los aranceles de importación para facilitar la ayuda a las comunidades afectadas.
- Mejorar el conocimiento y la capacidad locales para implementar y mantener redes rápidamente. En los últimos meses, las órdenes de quedarse en casa y de distanciamiento social han demostrado ser un desafío en lo que respecta a implementar nuevas redes o reparar las existentes.
- Fomentar políticas que apoyen el desarrollo de redes comunitarias a nivel federal, regional y local. Modificar la legislación que prohíbe o limita el desarrollo de estas redes. Dar prioridad a las redes en malla para abordar el problema de la asequibilidad en áreas urbanas.
- Involucrar a los gobiernos locales u organizaciones representativas durante las primeras etapas de planificación de cualquier proyecto o política en su área. Este compromiso debe realizarse comunidad por comunidad para garantizar que se tengan en cuenta sus prioridades, desafíos y oportunidades únicos.
- Hacer que los criterios para los mecanismos de financiación nuevos y existentes, como las subvenciones y los préstamos gubernamentales, fondos de servicio universal y subvenciones de fundaciones privadas, estén disponibles para soluciones de acceso complementarias, como las redes comunitarias.
- Facilitar el acceso asequible al espectro para soluciones de conectividad complementarias, como las redes comunitarias. Priorizar las áreas rurales, remotas y otras áreas desatendidas para las asignaciones de espectro.
- Optimizar los marcos de otorgamiento de licencias asequibles para beneficio de la comunidad y los proveedores de servicios de Internet (ISP) locales/regionales.
- Considerar la aplicación de Dig Once (una política que obligaría a implementar la fibra como parte de proyectos de construcción como la construcción de carreteras) y compartir infraestructura (donde dos o más proveedores de telecomunicaciones comparten infraestructura física en un esfuerzo por reducir costos) para facilitar el despliegue eficiente de fibra de media milla.
Mantener fuerte a Internet.
Los legisladores y los operadores de redes deben proteger los flujos de datos en línea y garantizar que las personas y las organizaciones sigan confiando en Internet.
- Asegurarse de que Internet permanezca abierta, conectada globalmente, segura y confiable. Los debates complejos en materia de regulación no deben tomarse a la ligera en el contexto de la pandemia. Toda política o reglamentación de emergencia que se adopte debe reconocer la naturaleza descentralizada y distribuida de Internet.
- Mantener la seguridad como la máxima prioridad para las políticas y regulaciones del gobierno. Las políticas y regulaciones deben apoyar el uso del cifrado de extremo a extremo para proteger a los ciudadanos, los países y las economías nacionales en todas partes.
- No utilice bloqueos de Internet ni acciones de bloqueo de contenido para abordar problemas sociales o cívicos. A menudo exacerban el problema en lugar de resolverlo, ya que las acciones sirven para ocultar brevemente el problema de la vista.
Una buena política depende de información sólida, mediciones confiables y datos precisos.
Los legisladores y reguladores deben tomar medidas para comprender mejor los desafíos de la conectividad y la seguridad.
- Interactuar con proveedores de servicios de Internet (ISP) pequeños, medianos y grandes, actores locales relevantes y expertos técnicos reconocidos al generar políticas para proteger o apoyar la infraestructura de servicios de Internet. Se deben consultar fuentes de datos confiables, como grupos de operadores de redes (NOG), registros de nombres de dominio y registros regionales de Internet (RIR).
- Los gobiernos y los reguladores deben llevar a cabo, apoyar o promover investigaciones que busquen lo siguiente:
- Realizar mediciones de la velocidad, el rendimiento y la calidad de la conexión a Internet, en asociación con organizaciones especializadas como Measurement Lab, Ookla y OpenSignal.
- Reunir estadísticas y datos confiables sobre el uso de Internet en áreas desatendidas, así también sobre los precios de los servicios de Internet, incluidos los límites de ancho de banda y las tarifas por uso excesivo.
- Proporcionar información cualitativa sobre quiénes están desatendidos y subatendidos, y dónde se necesita la inversión y la acción adecuadas.
- En la mayor medida posible, recopilar, proporcionar acceso abierto y aprovechar los datos relacionados con la ubicación de la infraestructura crítica de acceso a Internet, como torres de telefonía celular, fibra terrestre, cables submarinos y centros de datos.
Imágenes:
Participantes del programa de capacitación sobre redes comunitarias y miembros de la comunidad en Ulukhaktok, Territorios del Noroeste © Angela Gzowski
Delegados en la 4ta. Cumbre Anual sobre Redes Comunitarias en África en la Universidad de Dodoma, Tanzania el 30 de octubre de 2019. © Internet Society / Nyani Quarmyne / Panos Pictures
El proyecto Community Network Champions de Internet Society reunió a colegas de África, el Caribe, Asia Central, Oriente Medio y las islas del Pacífico en un programa de intercambio de conocimientos y capacitación inmersiva de 10 días en la India. © Internet Society / Atul Loke / Panos Pictures