Un cifrado fuerte es una parte fundamental de garantizar nuestra seguridad cuando estamos conectados a Internet y cuando nos desconectamos de la red. Significa que la gente puede comunicarse con otra persona con la seguridad de que nadie escuche o manipule sus mensajes.
A pesar de ello, los gobiernos de todo el mundo están intensificando sus ataques al cifrado de punto a punto (E2EE). Los gobiernos lo ven como un obstáculo para las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Pero debilitar sistemáticamente la seguridad digital de las personas no es la respuesta.
El cifrado de punto a punto es la referencia de la seguridad en un mundo en el que la vida cotidiana está cada vez más conectada a Internet. Tenemos que oponernos a las iniciativas de los gobiernos por socavar el cifrado de punto a punto.
En el Día Mundial del Cifrado, unimos nuestros esfuerzos para proteger el cifrado de punto a punto y derrotar cualquier propuesta que lo socave. Ya hemos demostrado que los intentos de crear puertas traseras en el cifrado de punto a punto son insostenibles. Ahora tenemos que detener los otros atajos que los gobiernos están sugiriendo.