Internet está cambiando nuestro mundo. Puede empoderarnos. Puede conectarnos y facilitar el intercambio de informaciones a través de las fronteras. Permite que nuestra voz sea escuchada cuando otros quieren silenciarla. Las Naciones Unidas han reconocido el acceso a Internet como facilitador de los derechos humanos fundamentales, como el derecho a la libertad de expresión.
Sin embargo, estamos viviendo en un momento crítico para Internet y los derechos de las personas en línea, y es urgente emprender una acción colectiva.
Ahora, más que nunca, tenemos que defender Internet como un recurso compartido para todos disponible y abierto a todos. Su naturaleza interoperable ya nos ha brindado innumerables oportunidades positivas, y la esperanza de que pueda ayudarnos a alcanzar un futuro mejor, es por lo que la gente a través del mundo está luchando.
Pero no se trata de un futuro que nos incluya a todos.
Para algunas personas, la razón es simplemente que el acceso y la conectividad no existen desde el principio. Para muchas personas que viven en zonas remotas o desatendidas, Internet sigue siendo un lujo.
Para otros, la razón es que alguien, generalmente un gobierno, interrumpe Internet o las aplicaciones móviles. para controlar lo que la gente dice o hace. En nombre de la seguridad nacional o del orden público, las autoridades están imponiendo cierres de Internet: una preocupante tendencia ascendente en todo el mundo. Este fenómeno está generando costos elevados para las personas, la sociedad y la economía: el costo de los cierres entre junio de 2015 y junio de 2016 se estima a 2,400 millones de dólares. Si el ritmo de esta tendencia continúa, existe el peligro de que los cierres de Internet se conviertan en un método empleado por defecto cada vez que un gobierno quiera controlar la expresión y el contenido en línea.
La gente no debería que luchar para conectarse y permanecer en línea. Tampoco deberían temer que la propia existencia de Internet corra el riesgo de un ataque estatal devastador. En de ello debería confiar en la red abierta, conectada a nivel mundial y segura será disponible en todas partes, y para todos, para que pueda construir un negocio, aprender y comunicar libremente.
Necesitamos que la voz de todos hable en nombre de un Internet que nos empodere. El punto de partida es proteger el núcleo de Internet y las colaboraciones de confianza que lo mantienen unido. Los derechos de las personas no estarán protegidos en la era digital sin un Internet accesible, confiable y seguro a nivel mundial. Y necesitamos que los gobiernos entiendan que el uso de Internet para controlar o manipular lo que decimos y hacemos no sólo puede violar los derechos humanos, sino también frustrar la promesa de Internet en materia de educación, de desarrollo y de un futuro mejor para todos
Juntos vamos a #SwitchItOn y #KeepItOn! Mantenemos el acceso al Internet por la esencia misma de lo que constituye su núcleo público.